Obligación Dharma

He estado enseñando a los estudiantes Zen en esta montaña durante casi
cuarenta años. Mucha gente viene a visitarme pensando que están
visitando a un Maestro Zen pero sólo ven mi forma, mi cuerpo, la casa donde
vive mi verdadera naturaleza. Ellos no ven mi verdadera naturaleza. Eso
no es un problema, pero esto significa que ellos no han visto su verdadera
naturaleza tampoco.
Porque no han visto su verdadera
naturaleza, no pueden ver a sus padres, hermanos, esposa e hijos, ni a
nadie. Ellos vagan por la vida en vano, como unos locos. Tenemos
que decir que este es verdaderamente un mundo de oscuridad. Los estudiantes
que reciben mi enseñanza deben hacerlo con sinceridad y dedicación, sin
olvidar los métodos que he usado. En última instancia, ser sincero y
dedicado es pagar su obligación Dharma, para que no se pierda su práctica o
sufrir una pérdida mental.
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