
Nuestra práctica nos permite la amplitud de mente y corazón para ver a los demás y a nosotros mismos de esta manera gentil. Al compartir esta práctica con los demás y con quien compartimos nuestras vidas, ampliamos el círculo de este perdón y reconciliación. Poco a poco, el mundo que nos rodea se convierte en un lugar más armonioso y feliz para vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario