27 de enero de 2020

ENSEÑANZA DE LA SEMANA


Ayudarse unos a otros
El Sutra de Avatamsaka dice: "Si quieres entender los Budas del pasado, presente y futuro, entonces debes ver la naturaleza de todo el universo como creada solo por la mente".

Todos entendemos de qué está hablando este Sutra en algún nivel. Si somos felices y activos, entonces todo el mundo que nos rodea se vuelve alegre. Pero, cuando estamos tristes o deprimidos, incluso las nubes se ven tristes y la lluvia se convierte en las lágrimas del mundo. Todo se convierte en un problema, y ​​somos espectadores pasivos en un mundo que no es de nuestra creación.

Palo zen, kasa, túnicas, escrituras, sutras, maestros, Buda, religiones: todos estos son en realidad solo placebos. Pero mientras tengamos mente, los necesitamos. Aún si no lo tenemos en mente, nos volvemos completamente libres, todavía los necesitamos. Si incluso un ser todavía está enredado en sus dificultades y sufrimiento, entonces debemos ponernos nuestra túnica y practicar el Zen junto con ellos. Porque de eso se trata: convertirnos en un prójimo, ayudarnos mutuamente.

Por
 el maestro zen Ji Kwang

21 de enero de 2020

ENSEÑANZA SEMANAL

      ¿Por qué vives en este mundo?
Entendemos muchas cosas sobre este mundo, pero no nos entendemos a nosotros mismos. Entonces, ¿por qué los seres humanos vienen a este mundo? ¿Por qué vivimos en este mundo? ¿Por amor? ¿Por dinero? ¿Por respeto o fama? ¿Vives para tu esposa, esposo o hijos? ¿Por qué vives en este mundo? Si alguien te hizo estas preguntas, bien podrías responder: “Vivo para mis hijos. Vivo para ganar suficiente dinero para ellos, o tal vez solo para tener una buena vida”. La mayoría de la gente piensa así. Viven solo para su familia, para una respetabilidad social fugaz, tal vez para disfrutar del arte o para obtener una posición poderosa.

Todos quieren tener una buena situación para ellos mismos. Si observas este mundo muy de cerca, es fácil ver que la mayoría de las personas comen y duermen y viven simplemente para su propia felicidad personal. Sin embargo, estas cosas no son el verdadero propósito de la vida de los seres humanos. Son solo medios temporales para vivir en el mundo. Si los seres humanos no pueden encontrar quiénes son, ¿cómo pueden ser verdaderamente felices?

Por el maestro zen Seung Sahn