El Regalo del “no sé”
Abre el regalo. En el interior hay “solo no sé”. Como un
regalo muy caro, y a pesar de ello pocos lo aceptaran. Consentirlo
significaría abandonar lo familiar, y puede ser aterrador. Y aun
sabiendo que es un territorio muy familiar para todos nosotros, un lugar
donde podemos ser empoderados. Sin saber que nos permite dejar de lado
las suposiciones falsas. Nos libera de los prejuicios y las ataduras. Cuando
la mente “no sé”, se está sentado exactamente en este momento. Cuando se
está en este momento, se está completamente abierto: es un receptor perfecto,
un reflector perfecto.
Incluso mientras es atada y obligada, nuestra
mente puede sentirse tan amplia como el cielo. Mira hacia el cielo y
piensa en él como tu mente. El cielo no tiene ningún tipo de
obstáculos. Si aparece una nube, el cielo no se queja. Si hay
truenos y relámpagos, o si hay contaminación, sigue siendo tan amplio. No
hay ninguna restricción, ni miedo. Nuestra práctica nos puede ayudar a abrirnos
a esas cualidades, por lo que no estamos obstaculizados por las cuerdas
alrededor de las extremidades y la pendiente debajo de nuestros pies. Justo
en ese momento - “no sé”- es estar en relación con esa situación. ¿Cómo
te mantienes vivo?Fuera de este espacio viene la capacidad para darse cuenta de nuestra sabiduría y recordar cómo estar en relación con las lecciones y las oportunidades que aparecen en nuestra vida. Pocos son los que dicen que es fácil. Un sabio maestro fomentará el cultivo de la paciencia, la tolerancia, la generosidad, preceptos, valor. De Hyang Eom’s “Up a Tree”: Four Teachers’ Views por la Maestra Zen Soeng Hyang Primary Point Summer 2017, Volumen 34, Número 2 |
29 de agosto de 2017
ENSEÑANZA DE LA SEMANA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario