Cuando te preguntan un kong-an y
golpeas el suelo, en ese momento te vuelves uno con el kong-an. En
realidad te vuelves uno con todo el universo. Eso no tiene correcto o
incorrecto, me gusta o no me gusta. Ya está completo. Hay un
poder increíble en ese momento de completa ignorancia. Cuando volvemos
al no sé, nuestro trabajo siempre está justo en frente de nosotros. De
hecho, ¡toda nuestra vida es solo ese momento! Pero si volvemos a
ingresar inmediatamente en el ámbito de Me gusta o No Me Gusta, entonces
nunca podremos encontrar nuestro trabajo.
El "alimento mental" de nuestra escuela tiene 12 cursos, 12
puertas. Estas 12 puertas no son en realidad diferentes a nuestra vida
cotidiana. ¡Esto es lo que yo llamo la 13ª puerta! Esa es tu vida
momento a momento. ¿Cómo respondes a ese kong-an? ¿Te
gusta? ¿No te gusta? ¿Evitas situaciones difíciles? ¿Tratas
de crear situaciones cómodas? Practicar nos ayuda a ver que la puerta
13 está siempre frente a nosotros, pero con esta puerta, no hay
un maestro Zen sentado frente a nosotros para verificar si
estamos en lo cierto. Es entonces cuando la práctica de kong-a echa raíces,
se vuelve real y no es solo un ejercicio de lo listos que podemos
ser. Si estamos dispuestos a responder directamente desde nuestra
intuición, nuestra sabiduría innata, entonces cualquier kong-an no es un
problema.
Por Tim Lerch JDPSN
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