Gran fe no significa fe en algo, o fe en que las cosas
saldrán a tu manera. La fe no necesita ningún objeto. Es la vida, en
la forma en que tu pie se encuentra con el suelo al caminar. Tu pie
nunca se pregunta si el suelo está ahí para eso.
Gran valor significa no darse por vencido. Cambiar el rumbo no es un
problema, pero tienes que seguir. El gran valor tampoco tiene que ser
dramático. Cada vez que haces algo que es un poco difícil o un poco
desagradable, y lo haces sin quejarte, y lo haces hasta que hayas
terminado, es un gran valor, justo ahí.
Gran duda es lo más importante. La gente piensa que la religión se
trata de creencias, pero no lo es. ¿Qué soy yo? ¿Qué es este
universo? ¿Qué debería hacer? Estas no son preguntas que puedan
responderse de una vez por todas. No las evadas. Encuentra una
práctica espiritual que te ayude a mirarlas constantemente, y luego
practica con gran fe y coraje.
Las creencias vienen y se van. Incluso si crees en Dios toda tu vida,
tu idea de Dios siempre está cambiando. Pero la práctica espiritual no
depende de la creencia, y puede durar toda la vida.
Por el maestro Zen Bon Hae
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