Nuestra mente siempre está haciendo
algo, y entonces entramos en el océano del sufrimiento. Así que
queremos volver a la orilla. Sin embargo, incluso si nuestra dirección
está bien, todavía tenemos un problema. Hacemos “yo”, y como resultado
percibimos el océano como sufriendo. Dentro de esta visión del yo, no
podemos ver con claridad y pensamos que la otra orilla está muy
lejos. Entonces es imposible ver que la salida del sufrimiento está
cerca. Por mucho que nos esforcemos, no podemos llegar a la otra
orilla.
Solo cuando nuestra espada de sabiduría atraviesa la pared de yo-mi-mío,
entonces el banco de arena aparece claramente. Este “yo” es creado por
nuestro pensamiento. Entonces, solo corta tu pensamiento y regresa a
antes de pensar. Así podrás ver con claridad y recorrer el camino
del bodhisattva en el banco de arena, trascendiendo el océano del
sufrimiento.
Por Koen Vermeulen JDPSN
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